Ahí me quedo,
chapoteando
en los charcos que deja
la lluvia de tu rastro.
Inquieto,
aguantando la respiración
en un océano de un metro de profundidad.
Abrir los ojos y verlo todo azul;
sentir el crujir de los huesos que se van humedeciendo,
dolor de espalda, las manos que se arrugan
Y el amargo sabor del musgo.
Años luz;
Sos vos y tu condición.
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